LA SOLEDAD

Cuando pasaba algo en mi casa, me regañaban, me pegaban o tenía algún problema alrededor de los 8 años, me sentaba a llorar, me acostaba en mi cama a buscar algún consuelo, no tenía alguien a quién contárselo, mis padres no eran lo que yo esperaba que fueran en aquel entonces y mis hermanos menos, y por todo lo que estaba viviendo me estaba convirtiendo en un chavito tímido y callado, la verdad no le miraba salida a esto. Tenía problemas y no se los podía contar a nadie, por mis límites o por mi familia. El problema es que me empecé a llenar de odio, de rencores, de ira en mi corazón, que solo me estaba destruyendo por dentro poco a poco. A los 11 años ya era un adolescente amargado, tenía un montón de problemas y como siempre, no había nadie a quién contárselo. Me sentía abandonado, solo y me sentía traicionado porque todo lo que había escuchado de Jesús era todo mentira, porque no lo sentía, no lo podía ver, y yo lo quería ver. Un Día cuando tenía 16 años, tuve un problema grande (siempre nuestros problemas son los más grandes) y llorando en mi cuarto, solo para variar, le dije a Dios “si es cierto que existís, aparecé que quiero contarte algo, que te voy a decir muchas cosas!” con un poco de ira y de desconsuelo decía estas palabras una y otra vez, y pasó lo que pensé que pasaría: ¡Nada!, primero me quedé dormido y nada pasó. Cuando tenía 17 años. Comprendí que algunos problemas que tenía en mi casa eran por culpa mía y decidí cambiar, y las cosas en mi casa empezaron a cambiar (no porque yo lo hiciera, sino porque habían cosas que yo dejé de hacer que ya no traían ninguna reacción) entonces muchas cosas cambiaron, ¡la vida era mejor!

Me gradué ese año, tenía unos amigos espectaculares que nunca me imaginé tener, los quiero con todo mi corazón. Pero pasó algo que no me esperaba. Estaba yo trabajando en un lugar al que le tengo mucho cariño y le estoy muy agradecido. En ese entonces empecé a notar la ausencia de las personas a las que quería, mis amigos, a los que quería mucho, se separaron de mi, de plano por algo que hice o que no hice, nunca lo supe, no me llamaban y lo peor es que yo sabía que todos se seguían viendo y que se platicaban y que salían a molestar y todo pero yo ya no cabía allí, y en el lugar donde trabajaba una persona se empeñaban a hacerme la vida infeliz, porque decía que yo me iba con mis amigos a chupar y no se qué más… ¡Qué ironía! Unos me dejaron por algo que no sé qué y otra por algo que supuestamente hacía. Ni modo, otra vez volví a sentir esa soledad que me había acompañado durante mi niñez y adolescencia. Pero esta vez entendí algo, aquellas veces que me quedaba dormido por llorar toda la noche, aquellas veces que miraba solo espaldas y dedos acusadores en lugar de tener un hombro donde apoyarme, y cuando yo le decía a Dios que se apareciera y no lo hacía, ¡era porque Dios me tenía en sus manos! Sentí su consuelo hasta que me hacía dormir, Nunca se apareció, nunca vi su rostro, era porque me llevaba delante de El para levantarme si caía y para defenderme. La verdad me sentí apoyado, no me sentí solo una amiga me escribió en un papelito “ESOS MOMENTOS DE TANTA SOLEDAD SON EXTREMADAMENTE DOLOROSOS, PERO SON NECESARIOS PARA QUE SEPAS QUE EN REALIDAD NO ESTÁS SOLO” ¡cuánta razón hay en sus palabras! Cuando pasas soledad ¿verdad que pensás que Dios no te quiere? O que la vida ya no tiene sentido y mirás miles de formas de aliviar el dolor, pero no mirás la salida, pero si abrís los ojos te vas a dar cuenta que hay muchas más cosas que aprender que qué lamentarse…y precisamente en ese tiempo que nadie me llamaba y nadie me buscaba encontré a una persona que se preocupó por mi, me dio importancia y me dedicó tiempo… ¡pero esos son otros 10 centavos! Continuará… ¡jeje!

Comentarios

Anónimo dijo…
de verdad que todos tenemos problemas unos más que otros, pero creo que todos hemos sentido la soledad y nadie ha estado ayi cuando vos más necesitas nadie se aparece, pero creo que tenés razón uno no se tiene porque lamentar sino seguir adelante aprender de la vida que de todo lo malo que le pasa a uno algo bueno hay que sacar, y creo que Dios ahí aprovecha y empieza a formar el caracter de uno, pero uno en ese momento no lo mira de ese modo, pero más adelante uno lo ve diferente.
Te agradesco por ser mi amigo de verddad, has sido de mucha bendición para mi. Que Dios te bendiga un montooon!!!!!
Anónimo dijo…
Hola Edwin, sabes q es algo q tambien yo he sentido todo el tiempo "SOLEDAD", y en mi corazon tambien ha habido rencor, resentimiento, la relacion con mis papas no ha sido muy buena q se diga.
Sabes, me hiciste sentir un hoyo en el corazon, porq ya nos conociamos, pero nunk imagine q t sintieras asi. Pero ahora quiero decirte sinceramente que eres un chico muy especial, a quien considero un amigo, a quien quiero mucho y d vd ten siempre presente que puedes contar conmigo en cualquier momento y a cualquier hora, sera un verdadero honor para mi que me consideres tu amiga.
Anónimo dijo…
EN SOLEDAD PERO NUNCA SOLO: (Juan 16-25-33) La palabra soledad ha sido considerada la más desolada del idioma. No respeta la edad, raza, condición económica ni inteligencia. Albert Einstein dijo: “Es extraño ser conocido tan universalmente, y al mismo tiempo sentirse tan solo”.



Dios nos hizo para la intimidad y la compañía con otras personas. Incluso antes de que el pecado entrara en el mundo, declaró que no era bueno que el hombre estuviera solo (Génesis 2:18). Es por eso que mucha gente a menudo se siente tan vacía por dentro.



Jesús también conoció la soledad. Seguro que la sintió cuando sus discípulos lo abandonaron (Marcos 14:50). Sin embargo, la presencia del padre lo compensó de más. Jesús dijo: “No estoy solo, porque el Padre está conmigo”. (Juan 16:32). Esa intimidad con el Señor está disponible a todos lo que ponen su confianza en Él y en su palabra (14:16-23).



Podemos disminuir nuestra sensación de soledad acercándonos a los demás. Pero incluso más importante es que debemos acercarnos al Señor. Él siempre está con nosotros, y desea que tengamos comunión con Él durante todo el día. –zaelen

LOS QUE CONOCEN A JESÚS NUNTA ESTÁN SOLOS

elena maria zamora m.
Anónimo dijo…
canche!!! man tenes razon en esos momento cuando no estas con nadie es cuado t das cuenta q Dios si esta alli!! increible
Anónimo dijo…
...ahora entiendo porque siempre querés ayudar a los demás ...
Anónimo dijo…
La soledad no anuncia su llegada, solo la conoces cuando estas en ella y cuando esta se va...
Anónimo dijo…
Aveces... hay personas que nos gusta la soledad porque hemos aprendido a disfrutarla.

La soledad.

Soy sorda pero te escucho.
Estoy sola pero te acompaño.
Soy muda pero me hablas.
Soy invisible pero sabes que estoy junto a ti.

Dicen que si estas mucho tiempo conmigo te haré daño,
dicen que no existo pero estoy a tu lado esperando tu atención en el momento adecuado.
No te jusgo por tu maldad vil humano
porque sé que eres débil aunque demuestres lo contrario,
no tienes nada que ovultarme porque te conozco como tu propia mano;
susurras entre sollozos tus amores amargos
y como un niño lloras desconsolado.
En la oscuridad, solo, tus piernas abrazando,
tus lágrimas de frustración las tinieblas iluminando
y los gemidos de amargura, como un eco son escuchados.

Entradas populares