NUESTROS DIAS

Miro las noticias y lo único que escucho es: muerte, violencia, discriminación, pobreza, desnutrición, maltrato, salgo a las calles y lo que veo es un país en psicosis, con fobia hacia el prójimo, tratando cada quién de conseguir lo mejor para si mismo, olvidándose de los demás, de los que sufren, de las mujeres que han quedado viudas porque su esposo fue asesinado, de los ancianos que son abandonados porque su familia ya “no pueden mantenerlos en casa” de los niños que han nacido en medio de la pobreza por un “error” y han sentido y vivido todo tipo de desprecio. Eso me desgarra el alma, siento pesar, siento que algo falta y es UNA ESPERANZA, algo que nos haga poder soportar, que no haga cambiar nuestra forma de ver la vida, que nos haga pensar en los demás, la esperanza está ahí, en esas pocas personas que se preocupan por los demás, aquellas que todos los domingos salen a buscar niños para llevarlos a una clase y enseñarle algo nuevo, en aquellas personas que van a visitar a la cárcel o al hospital al desahuciado, esa esperanza está latente, no ha muerto, no necesitamos despertar, necesitamos hacernos escuchar, este país necesita lo que vos tenés, ya no quiere promesas, no quiere excusas, quiere más gente caminando a la par de los que ya no tienen fuerzas para poder apoyarse, necesita que salgamos a la calle y armemos una revolución, que la gente diga: AHI VIENEN LOS QUE TRASTORNAN AL MUNDO, los que hacen que el mundo cambie, no los que esperan a que cambie.