Un momentito para vivir Mejor

Hace poco me di cuenta de lo rápido que vivo, porque me como toda mi comida en 10 minutos promedio, por sustancioso que sea el platillo servido, con 5 minutos de dormir se me quita la pesadez que a meses me da si no duermo bien. Me baño en 15 minutos y casi siempre ando apresurado, por alguna razón.
Hoy me preocupó lo acelerado que vivo y le eché la culpa a la conciencia que no me deja tranquilo, ya que al ver atrás me doy cuenta de el tiempo que he perdido. Pero haciendo memoria, me di cuenta que cuando perdía el tiempo vivía igual de acelerado, posiblemente sea el efecto que te produce la ciudad, pero creo que también es excusa.

Esta tarde, con una taza de café en la mano y en compañía de un buen libro me dije algo: ¿Qué hay de malo en tomarme una pausa? ¡no es perder el tiempo!

Me puse los audífonos, busqué una buena canción, y dejé de hacer lo que hacía. Solo en un lugar público, en un tercer nivel donde podía ver hacia abajo me fijé en todas las personas que pude. Ni siquiera me notaron, vi la magia de la diversidad, pero es que solo vi las cosas buenas, no critiqué no vi cosas malas; Observé la perfección de los movimientos, la armonía de los cuerpos, lasdiferentes expresiones, lo importante de las relaciones, lo agradable de una compañía, lo confortantede una buen plática y lo necesario de un gesto de amor. 

Me admiré de lo sincero de la sonrisa de los ancianos, y me reí de la gracia de los niños. Noté lo formidable que puede ser el ingenio del hombre al construír estructuras, que gran regalo el ingenio. La mecánica del mundo corre en muchas
direcciones sin detenerse.

No puedo creer que pude tener un momento de inspiración en un lugar público, hecho para que la gente vaya, compre y tenga un momento de distracción, fue un tiempo que casi vi a la gente pasar en cámara lenta, como que el tiempo se detenía, donde todo era muy profundo, donde podía ver lo que normalmente no miro.

Después de divagar un momento en mi mente y pensar en muchas cosas, vi mi café y acto seguido, para no perder la costumbre de vivir a prisa, vi mi reloj ¡solo pasaron 4 minutos! Pero fueron 4 minutos muy inspiradores. Sonreí mucho, creo que los que estaban a la par mía creyeron que estaba un poco mal de la cabeza. Pero se me ocurrió una cosa: Si esto pasó con un café, en compañía de un libro... ¿Dios, te tomás un café conmigo?

Comentarios

Mellissa dijo…
Siempre he sabido que sos una persona a la que Dios le dio algo increiblemente especial! :)

Ojalá Dios también quiera tomarse un café conmigo!

Te mando un fuerte abrazo!
Creo que vivimos en una sociedad tan acelerada, y no nos damos cuenta de lo que dejamos pasar por esas carreras de la vida!!! pero me puse a analizar en cuanto tiempo dedicamos a cosas vanas, y definitivamente puedo darme cuenta que las cosas que Dios nos da, poco las aprovechamos por esas carreras!

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