UN AÑO MAS

Hoy me detuve en mi camino al estar un poco cansado. Sentí curiosidad de voltear a ver lo recorrido. Sabía que me produciría nostalgia, por lo que había dejado ir, por lo que había perdido, por aquellas cosas que dejé que sabía que no volverían.

Me poduciría rabia por ver todo aquello que siempre quise hacer y no lo hice por cobarde, donde puse mil excusas para no ser lo que debía y no hacer lo que quería.

Me produciría un poco de consuelo ver aquellas cosas que había hecho poniendo todas mis ganas, todas mis fuerzas, todo mi corazón. Aunque los resultados no hayan sido optimos, eran mis intentos, y el mismo sentimiento por aquellas cosas que logré terminar.

Que sentiría vergüenza por todas las máscaras que dejé tiradas, y que sentiría fuerzas que me impulsarían a voltear y seguir adelante con más desición, con más coraje, con más pasión.

Decidido, di la vuelta, al ver lo que había en ese camino no pude sostenerme siquiera en mis pies, caí en el suelo y lloré. Las lágrimas salían desde mi corazón, no podía contenerme, era como cuando te sientes solo, incomprendido, que ya no puedes más con lo que vives, era un sentimiento raro, pero no podía siquiera hacer otra cosa que no fuera llorar.

Cuando al fin pude decir algo, lo único que dije fue: GRACIAS!

Gracias, porque aquel camino lleno de oscuridad, lleno de peligro, de piedras grandes, de bestias que querían comer mi carne no habían podido llegar hasta mi.

Gracias, porque pude ver a muchos que no llegaron hasta este punto, unos que se quedaron estancados, otros que se les acabó la vida, otros que se sintieron seducidos por los frutos de los árboles del camino, y muerieron estando vivos.

Gracias, porque vi el rastro de muchos que subieron, algunos con mi ayuda, otros dándome ejemplo.

Gracias, porque vi la cara de muchos amigos que me sonreían, aunque otros ya no lo hicieran.

Gracias, porque avancé! Porque estuve mucho tiempo estancado, allí más abajo, tomado de la mano de algo que no eras tu. Porque pude soltar esas cosas que me tenían así: detenido, estancado, que ni siquiera querían el bien para mi.

Sentí una felicidad rara, como cuando se gana algo. Luego sentí una mano suave sobre mi hombro, una mano que me era familiar, luego una voz que me produjo paz, alegría, esa alegría de sentirte en casa después de un viaje largo. Como cuando has dejado de ver a un ser querido y luego regresa. Me dijo: quiero que veas otra vez el camino que te hace falta. Levantándo su otra mano, señalando más arriba dijo: Allá es donde quiero que estés, porque allá es donde vivo yo!

Otra vez, solo pude decir GRACIAS! Porque cuando volteé a ver, no te vi, ni siquiera cuando estaba viendo mi camino te vi allá arriba, porque ahora sé que siempre estuviste a mi lado.

Le dije: puedo pedirte dos cosas? Lo que quieras -me respondió- Por favor, ayuda a aquellos que iban subiendo y quisieron quedarse en un lugar plano y acogedor, pero que no les va a traer nada bueno, por las personas que amo que no quieren tenerte a su lado. Y la segunda, por las personas con las que me voy a cruzar en el camino, quiero servirles de algo.

Presionó mi cabeza contra su pecho y me mostró todo su amor, como diciendo: Lo haré!

Luego me dijo: avancemos, yo voy siempre aqui a tu lado.

Un año díficil, pero un año más, no importan los problemas, porque tengo vida para pasarlos y mientras tenga vida voy a tener fe de que pasarán y mientras mantenga mi fe, mantendré a Dios de mi lado, así podré avanzar hasta llegar a mis metas.