PERSONAS ESPECIALES... GRANDES GANADORES

Cuando parece que las cosas están por venirse al suelo, cuando ya no hay solución, cuando ya casi se acaba las esperanza, Dios manda a “personas” con un corazón dispuesto y con la firme decisión de hacer un cambio, de inspirar gente, de hacer lo que otros no se atreven o solo sueñan. Es a esa gente que miramos de lejos, inalcanzables, adelantados al resto de nosotros, que parecen tener un toque especial, pero, ¿qué los hace más especiales que nosotros? ¿será que son personas que Dios les dio un toque especial? Pues para eso quiero citarte algo de La Biblia en la manera que yo lo veo, porque la verdad me gusta mucho en la forma en que se narran las historias, y más si eran de esas “historias” que contaba Jesús, que nadie las entendía, jeje:

En Mateo 25: 14-30 nos habla acerca de un cuate que iba a hacer un viaje y les encomendó sus pertenencias a sus siervos (sí, es la conocida historia…) “a uno le dio 5 talentos (el talento era dinero, no “gracias” que tenían los cuates, era Aprox. 21.6 Kg. De plata), al otro dos, y al otro uno” entonces se fue. Quiero que nos concentremos en el cuate que solo le dio Un talentito. Hemos escuchado en miles de ocasiones que a los siervos que eran más pilas se les dio más y al otro menos porque era menos pilas, pero yo creo otra cosa. A veces nos quejamos: “Dios, por qué los vecinos tienen mucho y yo no, es que ¿acaso no me quieres?” siempre quejándonos de nuestra posición social o económica, cuando no es así como debemos de reaccionar. El señor que poseía muchos bienes pudo haber pensado “yo miro con mayores capacidades al número tres, creo que puede hacer grandes cosas con cosas pequeñas, creo que tiene mayores posibilidades que los otros, no necesita de mucho para hacer bastante” creo, a mi forma de ver las cosas que tenía sus ojos en ese tercero, entonces le dio menos porque creía en él. Le dio más a los otros, porque sabía que los otros eran buenos, y que, pues, ellos le darían satisfacciones, pero puso la confianza en el tres, quería sorprenderse.

Cuando regresó del viaje el señor dueño del dinero, me lo puedo imaginar con una sonrisa esperando a el No. Tres a ver con qué “sorpresa” le salía ¡y vaya sorpresota! El primero le dijo: “señor, me entregaste cinco talentos, mira, he ganado otros cinco” el segundo le dijo: “señor, mirá, me entregaste dos talentos, me gané otros dos para vos” y de plano dentro de él, el señor de estos siervos pensaba “ya sabía, los conozco” y les dijo su recompensa. Pero entonces llegó el tercero, con las excusas que muchas veces tenemos nosotros, con nuestra cara de inferiores que nosotros mismos nos hacemos, que suponemos como “humildad” que nada que ver con lo que esta palabra significa y con las excusas que nosotros siempre tenemos en la punta de la lengua para no hacer las cosas y no esforzarnos: “señor, yo sabía que sos un un hombre duro, que segás donde no sembraste y recogés donde no esparciste, y tuve miedo, y me fui y escondí tu talento en la tierra, mirá aquí tenés lo que es tuyo” ¡Que decepción! Se esperaba muucho más de él, o sea, tenía capacidades, él podía hacer cosas mejores, se le dio menos para que la gente se diera cuenta de qué estaba hecho, porque si hubiera entregado dos, ya sería una persona respetable, ¡pero no! Optó por TENER MIEDO Y ESCONDERSE. Esto es muuuy común en todas partes. Se nos ha encomendado ser grandes y hacer cosas increíbles a todos y lo que hacemos es malgastar todo lo que se nos da (tiempo, habilidades, amistades, etc.), triste pero cierto, como cuesta encontrar gente que se “anime” a hacer cosas grande, ni aunque mire que el bien es para ellos mismos. Entonces podemos darnos cuenta que: El hacer cosas grandes y cosas extraordinarias está en nuestras manos, si pensamos que tenemos poco y que no podemos hacer nada, nos equivocamos, tenemos poco porque con poco podemos hacer mucho, vamos a tener más cuando hayamos hecho mucho con lo poco, cuando sepamos qué hacer con lo que tenemos, porque si se nos da más nos podemos ahogar.

¿Sabes que vas a hacer con lo que tenés hoy? ¿Lo estás usando bien?, no te quejés cuando no tengás nada, porque fue decisión tuya. Ya mucho de quejarnos por no tener o tener poco (dinero, habilidades, posición) es tiempo de hacer lo mejor con lo que tenés, ¿es este un propósito para este nuevo año? Hacé propósitos para este año, pero hacé propósitos para toda la vida también, vas a ver como pasas de estar entre el montón a ser ALGUIEN ESPECIAL, de hecho ya lo sos, falta ver que te la creas. ¿Qué estas haciendo? ¿Te escondiste? ¿Tenés miedo al fracaso?

Si es así !ya sos un (a) fracasado (a)!