Libros e Historias

Qué onda!, los invito a leer un pequeña parte de una historia que re-escribí, espero que les guste, creo que esto pasa y mucho.

HANSEL Y GRETEL 2006

Erase una vez una familia toda hecha lata, en donde al papá lo acababan de promover en el trabajo y la mamá era una señora histérica que se preocupaba de más por las cosa que pasaban que por lo que tenía que hacer. Tenían dos tiernos hijos: Hansel y Gretel. Un día el papá pensó “esos patojos ya me tienen harto, solo cosas son, que quieren que hable con ellos, que quieren que salga con ellos, ja!. Qué, acaso el dinero que les doy no les basta? ! Que miren como salen, yo tengo que ver como consigo el dinero para salir adelante, tengo que comprar tantas cosas…” entonces los pobres hijos empezaron a sentir el abandono de sus papás, porque la mamá estaba muy ocupada con las vecinas hablando mal de la pobre familia con problemas de la otra colonia y el papá estaba tan empeñado en conseguir dinero que no les prestaba atención. A los pobres niños no les quedó de otra que irse a la calle, alli encontraron amigos que les daban “amor” que los “apoyaban”, posiblemente estaban lejos de eso, pero al menos ellos estaban ahí, no como los papás. Pero los niños habían dejado un rastro de su vida anterior, algo que les hacía volver a recordar quienes eran y de dónde habían salido, ese rastro eran LOS VALORES que le habían inculcado en casa. Pero los recuerdos de su padre indiferente y de su madre preocupada más por la telenovela que por sus hijos, hicieron que esos débiles valores e ideales se desvanecieron, y se perdieron en el gran y oscuro mundo de la calle. Se volvieron uno más de los que andan por ahí haciendo lo que les venga en gana. De tanto andar vagando llegaron a un lugar, a la vista les parecía el lugar más “dulce” que jamás hayan visto, pero en realidad allí iban a encontrar algo que no se esperaban. Entraron y encontraron que podían tener sexo, que podían tomar, que podían decir malas palabras y todo lo “prohibido” esto parecía cool. Estuvieron ahí por mucho tiempo haciendo todo esto las veces que querían, pero en verdad lo hacían para sobrevivir, para sentirse queridos, para tener una escapadita de lo que en realidad estaban viviendo.

Al poco tiempo de estar así, vino lo que ellos no esperaban, llegó la dueña de la casa la temida y muy sigilosa DESESPERACION, los pobres, ahora adolescentes, no sabían qué hacer, si salir corriendo o enfrentarla, se sintieron acorralados, se rindieron muy rápido no sabían a dónde ir, nunca habían tenido un real apoyo como para haber aprendido algo que podrían hacer en estos casos, la desesperación les dijo: “verdad que les atrajo mi casa, verdad que parece dulce, se ven bien, como que están bien, ahora son míos y me los voy a comer, jajajaja!” (en todos los cuentos la mala o el malo se tiene que reir así todo tenebroso, no podía faltar aquí) . Estaban atados y con la mirada perdida, con ganas de llorar, con sentimientos que no podían explicar, con ira, con resentimiento hacia todo y todos. Pensaban: “Tantas cosas que hemos hecho, y ¿para qué? No ha valido la pena nada, ahora estamos aquí, sin poder hacer nada, sin un destino, la vida no tiene sentido”… Aunque parezca un CUENTO, es la vida real de miles de personas, talvez no literalmente, pero el abandono hace que nuestros adolescentes se pierdan.

Chavos, ¿será que si les pusieran más atención no cometerían los errores que han cometido? Padres, ¿será que esta historia puede terminar con el rescate de los dos adolescentes? Pastores, ¿será que estamos enseñando a los padres a poner a la familia primero o se le dejamos a la película Click de Adam Sandler (que buena está)? ¿Será que todos hacemos nuestra parte de la historia para que tenga un final feliz?